Existen diversas lesiones, que pueden ser agudas o crónicas, así como alteraciones temporales que generan dolor de diferente intensidad, este puede ser por sobreuso, factores traumáticos, degenerativos, producto del estrés o crisis emocionales que generan contracturas musculares, principalmente a nivel cervical o lumbar que son las zonas de mayor movilidad de la columna.
Hay muchas herramientas para tratar el dolor, estas pueden ser térmicas, mecánicas y electromagnéticas; que son complementarias a una buena terapia manual (manipulación manual y aplicación de diferentes tipos de masaje de acuerdo al dolor referido) y de ejercicios específicos e individualizados incluyendo estiramientos y fortalecimiento muscular para evitar recaídas en el futuro.